Panda Club cuenta con un restaurante llamado “Jack” en honor a nuestro panda, dos zonas para disfrutar de distintos estilos de música, reservados situados a ambos lados de la pista central y reservados V.I.P, junto a la cabina del DJ, donde se aprecia una visión completa de toda la discoteca y restaurante.

En la noche madrileña, esta discoteca ofrece un servicio exquisito, con una excelente ubicación y con una apuesta musical diferente que hace que Panda Club sea una sala de ocio nocturno referente en la noche madrileña. Además, es un espacio hecho a medida con una decoración underground, sin perder jamás la elegancia y la sofisticación que podría tener un club londinense, y un servicio gratuito de comida a mitad de la noche para nuestros clientes.

El target que asiste a Panda Club es un público VIP y selecto, siempre a partir de los 25 años. La política de entrada y el código de vestimenta son increíblemente estrictos, para garantizar que el ambiente siga siendo inmejorable.

El horario de cenas del restaurante es de 21:00 h a 03:00 de la madrugada. Quien visite nuestro restaurante encontrará una carta con estilo mediterráneo pero con toques asiáticos.

La sala de fiesta abre sus puertas a las 00:30 horas y cierra a las 6:00 de la madrugada. En ella, se podrá disfrutar de la mejor música del momento, desde el reggaetón hasta el techno house sin dejar de lado a la música electrónica y comercial más actual, todo ello de la mano de Djs muy reconocidos en el ámbito musical como Alexander Som, Luiggi Nieto y KPD, entre otros.

Para la celebración de un evento privado disponemos de un espacio exclusivo independientemente del resto.

 Panda Club está dirigido por dos empresarios de la noche en España desde hace más de 15 años: Carlos Velez Rey y Carlos Sanfulgencio y además, está apoyado por un equipo excepcional de relaciones públicas y de un personal cualificado a la altura de las exigencias de hoy en día.

La interiorista Ainara Arnaiz Marcos ha sido la encargada de la decoración. Con más de 10 años de experiencia a sus espaldas, la interiorista ha llevado a cabo un proyecto diferente, que nos transporta a algunas de las capitales europeas como Berlín o Londres. Se ha centrado en dos factores muy importantes: la luz y el arte urbano. Luces negras que crean sensaciones con las pinturas fluorescentes plasmadas en las paredes de la mano del artista Nicolás Villamizar.